Opinión: Bebés jugando con cuchillos de Santiago Eximeno

A algunos de vosotros, el nombre de Santiago Eximeno puede que no os diga mucho, pero si sois lectores asiduos de este blog o me seguís en Twitter o Facebook, es probable que el nick @cruciforme os resulte muy familiar, ya que recomiendo sus magníficos microrrelatos de terror muy a menudo.

Bebés jugando con cuchillos es una antología de cuentos escritos por Santiago en los últimos años, publicados en diversos libros y medios, y galardonados con premios Ignotus, Pasadizo, Vórtice o Xatafi-Cyberdark, e igual que hace cada día en sus microrrelatos en twitter, en ellos lleva al lector por caminos aparentemente conocidos para sorprenderlo con sus inesperados y desasosegantes giros narrativos.

Eximeno, en su obra, diluye la línea que divide el amor y el dolor, la inocencia y la crueldad, lo cotidiano y lo fantástico, permitiendo que los unos se empapen de los otros, y así mismo, deshace la separación que hay entre géneros narrativos, haciendo que el costumbrismo, el terror, la ciencia – ficción, el gore e incluso el western convivan con naturalidad en sus historias.

En la introducción, Alberto García – Teresa describe un rincón oscuro e inquietante que hay en su salón, pero lo que estos 18 relatos nos cuentan es que ese rincón está en nosotros mismos, mostrándonos todo el horror que se puede ocultar en los objetos y situaciones más familiares.

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