Opinión: En ausencia de Blanca de Antonio Muñoz Molina

No suelo leer a Muñoz Molina. Hace muchos años El jinete polaco se me atragantó, y como tampoco sus artículos son santo de mi devoción, no había vuelto a darle una oportunidad. Así que cuando el Club de Lectura Bibliolandia lo eligió como autor para Enero y Febrero, no puedo decir que me entusiasmara, pero la mayoría había hablado…
También he de confesar que, cuando fui a echar un vistazo a los libros de este autor en la biblioteca, éste me llamó la atención por ser el más breve, pero al leer la sinopsis de la contraportada, la historia me intrigó.
Mario, un joven funcionario de vida rutinaria, apacible y gris como su carácter, está casado con Blanca, una mujer muy diferente a él en educación y estrato social, y a la que rescató de una vida cosmopolita, desordenada y autodestructiva llena de amoríos, artistas, drogas y alcohol. Él idolatra a su mujer, a la que ve como un ser perfecto e inalcanzable, muy superior a él mismo, por eso su única obsesión es pasar todo el tiempo que no está trabajando junto a ella. La única nube que amenaza su existencia es el miedo a perderla, hasta que un día comienza a notar sutiles cambios en ella que le llevan a deducir que ha sido sustituida por una doble, y que él es el único en notar la diferencia tras haber pasado años observándola obsesivamente.
Antonio Muñoz Molina nos sugiere en esta historia de apariencia sencilla, muchas posibilidades para que seamos nosotros, lectores, los que elijamos la opción que prefiramos, y eso es precisamente lo que menos me ha gustado del libro, que sugiere muchas cosas pero no desarrolla ninguna. No sabemos si Mario ve distinta a Blanca porque está perdiendo la cabeza, o porque está perdiendo el interés por ella cansado de tantos años de idolatría, y ya no la ve tan perfecta, o bien porque sospecha que le ha sido infiel y eso no encaja con la imagen mental que se ha formado de ella. Tampoco nos aclara si los cambios vienen dados porque ella empieza a sentir más amor por Mario y él deja de verla como algo inalcanzable, y por tanto deja de considerarla algo digno de adoración.
Hubiera preferido que se centrara menos en el personaje de Mario y hubiera desarrollado más el personaje de Blanca, sus motivaciones y sus sentimientos respecto a su marido y su vida.
En cuanto a la estructura, el uso de flashback permite ir descubriendo paulatinamente la historia en común de ambos, y añade matices a la trama que la enriquecen.
Por último el estilo; aunque al parecer el autor es conocido por su uso poético de la prosa, en este libro opta por un lenguaje sencillo aunque cargado de melancolía, acorde con las características de la novela.
En resumen estamos ante una historia sobre el amor idealizado, y cuan fácilmente se resquebraja aplastado por la realidad.
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a mi tampoco me gusta mucho el señor Muñoz Molina, pero si pude terminar EL Jinete Polaco. Realmente el libro de Blanca, me gustó mucho, esa idea del amor…siempre está dentro de nosotros!!Además toda la acción se desarrolla en Jaén, ciudad donde vivo, en concreto en mi calle…es una tontería pero creo que eso me impactó mucho…
un beso!
Sí, a todos nos gusta ver reflejado nuestro entorno en una narración. Creo que es porque le confiere un algo especial, le quita la vulgaridad de lo cotidiano.
Un saludo y muchas gracias por tu comentario.
Veo que nuestras opiniones al respecto no difieren tanto. A mí me ha servido para catar el autor y decir «uhmmm no, no va conmigo». Será todo lo poético que él quiera pero no me ha tocado la fibra especialmente.
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Sí, leí tu reseña mientras lo terminaba http://www.mideclipse.com/2010/01/16/en-ausencia-de-blanca-antonio-munoz-molina/ y vi que las dos teníamos una opinión parecida. Yo, de todos modos, quizás le de una oportunidad más adelante, ya veremos.
Un saludo y gracias por tu comentario.