Opinión: Diario de un ama de casa desquiciada de Sue Kaufman

Este libro habla de otro tiempo.
Un tiempo en el que a las mujeres se les obligaba a ser perfectas madres, cariñosas y sabias; perfectas esposas, comprensivas, inteligentes para comprender a sus maridos, pero nunca tanto como para que ellos se sientan amenazados; perfectas mujeres, elegantes y guapas, atractivas sin ser excesivamente provocativas; perfectas hijas siempre atentas al cuidado de sus mayores; perfectas amigas, siempre dispuestas a escuchar y aconsejar a amigas menos perfectas. Y tenían que hacer todo esto con humildad, gracia y sin aparente esfuerzo, como si fuera lo más natural del mundo.
Desde luego eso era entonces, ya que, tras la liberación de la mujer las cosas cambiaron: ahora además debemos triunfar en nuestro trabajo.
Pero como ponerme ahora a hablar del camino que le falta por recorrer a la mujer para llegar a su auténtica liberación necesitaría bastante más espacio que el de este artículo, hablaré del libro que nos ocupa.
Tina Balser es una sofisticada ama de casa del Nueva York de los años 60 que lo tiene todo: un marido rico, dos hijas preciosas, una gran casa y… un montón de miedos y neurosis.
Intentando calmar la ansiedad que la atenaza, comienza a escribir un diario secreto en el que vierte sus agudas y divertidas reflexiones sobre lo que le pasa, en un intento de entenderse a sí misma y volver a tomar el control de su vida.
Es fácil sentirse identificado con Tina, independientemente de que seas hombre o mujer, ama de casa o no, esposa y madre o no. La protagonista se despierta un día viviendo una vida y siendo una persona que no se corresponde con quien ella creía ser. Ella iba a ser artista, una pintora, iba a ser fuerte e independiente, pero no terminó así.
Su marido Jonathan, por su parte, iba a ser un nuevo Kennedy, pero se quedó en abogado de éxito con ínfulas de productor de teatro.
A pesar de todo, él parece sentirse muy a gusto en su nuevo papel, y está decidido a que ella mantenga el suyo por todos los medios.
Este libro que fue todo un éxito en 1967, año de su publicación, fue uno de los primeros en contar la cara oculta de la vida perfecta de esas mujeres perfectas. Por primera vez se podía leer lo que verdaderamente sentían, pensaban y opinaban que no tenía nada que ver con lo que hacían y decían, y su lucha por no desmoronarse, por mantener esa vida perfecta y por ser felices con ella, como se suponía que debían ser.
Al lector actual le pueden chirriar los excesos del dominante marido, verdugo y víctima a su vez de la misma sociedad exigente, pero hay que recordar que entonces el machismo no sólo no era algo malo, sino que estaba institucionalizado, era lo normal.
Respecto al final del libro, el inesperado giro de los acontecimientos fue lo que menos me gustó; me pareció forzado e incoherente con el resto de la obra, pero reflexionando sobre el libro a posteriori, me he dado cuento de que, aunque es precipitado, resulta coherente con una parte del retrato que Sue Kaufman hace de la protagonista, y es la idea de hasta qué punto, por muy víctima de las presiones y el machismo haya sido Tina, no son también sus propias decisiones y elecciones los que la han conducido hasta allí.
Y a los seguidores de Mad Men les diré que sí, los Balser y los Draper tienen mucho en común.
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Interesante debate en FB sobre la situación de la mujer a raiz de mi entrada de hoy en el blog: http://on.fb.me/hQNBxG