Cómo encontrar tiempo para escribir cuando tienes hijos
He escrito ya varios artículos con trucos sobre cómo encontrar tiempo para escribir cuando no tienes tiempo, pero hoy quiero centrarme en uno de los elementos que, dado que son lo más importante en la vida, más tiempo consumen: los hijos.
Estos trucos van dedicados a todos los que, de un tiempo a esta parte, tenemos que escribir con Los Lunnis como banda sonora:
1. Escribe para hacer felices a tus hijos.
Los niños no pueden ser plenamente felices si sus padres son infelices, así que si lo que te hace feliz es escribir, escribe.
Es fácil olvidarlo en la vorágine de pañales y deberes escolares, pero para mí es la clave de todo, por eso lo he puesto al principio.
2. Hazles partícipes.
Explícales desde pequeños que su mamá o su papá son escritores, y que para escribir se necesita tiempo. Cuéntales cuántas palabras has escrito ese día y felicítales cada vez que te dejen escribir un rato sin interrupciones.
Cuando no se te ocurra por dónde seguir con tu historia, pídeles sugerencias, la mayoría no te servirán, pero seguro que te harán reír y aliviarán la presión.
Pídeles que te obliguen a escribir cada día, igual que tú les obligas a hacer los deberes o a lavarse los dientes.
En definitiva, haz que tu libro sea un proyecto de familia.
3. Aprovecha las extraescolares.
Una verdad de la vida: tener hijos no hace a la gente más interesante.
Con excepciones, las conversaciones con los otros padres y madres suelen ser bastante aburridas, porque la mayoría de las veces el único tema común son los propios niños. No pierdas tu escaso tiempo en charlas intrascendentes. Durante este tiempo, búscate un rincón tranquilo donde escribir con tu portátil o en una libreta.
Quizás pases por antipático/a y seguramente por raro/a, pero plantéate si realmente te importa su opinión.
4. Cuerpo triste, entra por donde saliste.
Es recomendable ducharse todos los días, pero no es perjudicial para la salud dormir en una cama sin hacer. Separa bien las tareas imprescindibles de la vida diaria (comer, ducharse, sacar al perro), de las que no lo son tanto (hacer la cama, planchar). Si puedes, contrata a alguien unas horas por semana para que te libre de las tareas más pesadas.
5. No esperes a tener mucho tiempo.
Cinco minutos escribiendo es mejor que nada.
Cinco minutos al día, si tienes una buena velocidad al teclear puede suponer unas 300 palabras, en siete días por semana son 2100 palabras, en un mes son unas 9000 palabras, y en un año 109500 palabras aproximadamente, la extensión de un libro. Visto así, tampoco está tan mal.
Y, para terminar, una buena noticia: en mi experiencia, a medida que los niños crecen es más fácil encontrar tiempo para escribir, así que paciencia.
Muy buen post, y el blog, por cierto, hablé de tu blog aquí:
http://nataliaruizpovedavera.blogspot.fr/2014/09/cinco-buenos-blogs-para-escritores.html?showComment=1411377513449#c5483915026941058985
saludos,
Natalia
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Mil gracias por este post, es justo el empujón que necesitaba ahora mismo. Hay temporadas en que parece que es imposible escribir, que nunca llevarás a término el microrrelato, el cuento, la novela que sueñas, y relativizar o verlo de la manera que tú me lo has mostrado me da ánimo para continuar…Gracias por el aliento, Yolanda.
Mil besos
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