Mi novela al Sol I
Me duele la cabeza.
Me gusta escribir cuando me duele la cabeza. No porque me alivie o porque crea que así lo hago mejor, sino porque me importa una mierda.
Sí, el dolor de cabeza ahuyenta a la hija de puta de mi editora interna, así que hoy, por primera vez en, ¿cuánto?, dos o tres semanas voy a volver a escribir mi novela.
¿Que de qué va mi novela?
Será otro día.
Hoy toca vomitona mental.
Todo esto del blog empezó porque, esta vez, quería compartir el proceso de escritura de mi novela. Nunca he dejado que mucha gente supiera que escribía y aun menos he permitido que lo leyeran, así que quise motivarme haciéndolo de la manera más pública posible.
Motivarme.
Motivación.
Es uno de los palabros que más abundan en mi blog, junto con productividad y tendencia a la procrastinación. Me escondo detrás de ellos, cuando la realidad es muy simple: yo lo que tengo es miedo.
Miedo a no terminar algo que puede ser bueno.
Miedo a terminarlo y que me parezca una basura.
Miedo a que no me parezca una basura y en realidad lo sea.
Miedo a que no sea basura pero lo parezca.
Miedo.
Miedo.
Miedo.
Por cierto, me llamo Yolanda. Por algo se empieza.
Ya. El miedo. Ese es un tio coñazo que paraliza todo. Lo unico que se puede hacer es intentar convivir con el.
Hombre, uno de mis guionistas favoritos por aquí.
Qué te voy a contar, aunque la verdad, me cuesta imaginar que un tipo tan prolífico como tú tenga miedo. Mi problema es que a mí el miedo me paraliza a la hora de crear.
Todos tenemos miedo… y ese es el principal obstáculo que tenemos que vencer. Yo tenía mucho miedo de que alguien más leyera cualquier cosa que escribo, hasta que publiqué algo en internet (mas que todo fanfiction y uno que otro original), entre gente que no conozco y que no me lastimaría tanto si me daban una mala crítica. Resultó ser todo lo contrario, aunque sí me criticaron mi forma de escribir que era una lata. Es cuestión de irse atreviendo poco a poco a algo más y buscando la forma que más te sirva para vencer ese miedo.
Alguna vez leí que nadie se convierte en escritor si no se cree primero que ES escritor.
Sí, la verdad es que en lo poco que llevo blogueando he notado que cada vez me cuesta menos hablar sobre mí o mostrar cosillas que escribo, y lo más curioso es que en mi vida «fuera de internet» soy cualquier cosa menos tímida o miedosa, pero en lo que respecta a la escritura, cuesta.
Un saludo y gracias por tu comentario.
Conozco esos miedos. Precisamente hace muy poquito que los he superado, al menos casi todos. Tenía miedo de sonar grandilocuente y peñazo, de escoger grandes temas que me iban grandes. Lo superé decidiendo que podía escribir sobre pequeñeces de la vida, de todos los días en un lenguaje sencillo. También decidí empezar escribiendo en formato breve como pistoletazo de salida. Quizás algún día dé el siguiente paso y escriba relatos o novela corta, quizás una novela en condiciones… o quizás no. No me importa. Y eso también me ayuda a superar el miedo.
.-= Lo último en el blog de Ana: CUADRO =-.
Me alegro de que hayas superado esos miedos, además es curioso que, cuando das el primer paso, enseñando lo que has escrito a alguien o publicando un blog, los siguientes pasos son cada vez más fáciles.
Un saludo y gracias por comentar.
Hola,
De verdad, que yo también he sentido ese miedo. Nunca pude creer que era el único miedoso que le aterrorizaba que me leyeran.
La verdad es que comencé escribiendo varias historias y al final, luego de leerlas me di cuenta que ninguna me gustaba.
Un día haciendo labores de hogar un par de escenas que me gustaron empezaron a tomar forma y mientras limpiaba el patio de los regalitos de mi pastor alemán, empecé a escribir una historia que me ha tenido pegado en ella durante 8 meses enteros.
Y mi imaginación parece volar solo a ese lugar cuando tiene tiempo para ella misma. Yo por mi lado lo que he hecho es escribir lo que me dicta y muchas veces me he quedado pegado en un lugar sin salida.
Algo que me pasó fue que un amigo, un día se quedo en mi casa, estaba preocupado por su mujer porque estaba en terapia intensiva y se sentó en mi portátil, en la madrugada sin poder dormir, y en la mañana me escribió un correo.
Solo de dos líneas.
«Espero leer el próximo capitulo
¿Hace cuanto que escribes? »
Hay cosas que por verdaderamente tontas, te dan la sensación que nunca escribiste para otros sino para ti mismo.
Luego de aquel correo y de las insistentes preguntas de que pasará después de mi amigo, las letras fueron saliendo como si fuera un sueño que le contaras a alguien y de alguna manera te enamoraras de una historia (en mi caso fantasía) que cuenta tantos íntimos momentos que liberan de una manera que solo un escritor puede describir.
Muchas felicidades… y mucho valor te deseo para seguir adelante.
Saludos.
Lo último en el blog de Hernan: El escondite
Muchas gracias por compartir tu historia con nosotros. No hay nada mejor para un escritor que un lector quede con ganas de más. Ahí sabes que vas por el buen camino y la sensación es maravillosa.
Un saludo y gracias por tu comentario.
Yo también sufro ese pánico (en mi caso supera el simple miedo) ante la posibilidad de que «otra-persona-que-no-sea-yo» lea mi proyecto.
Sobre todo, mis padres y mi hermano, las únicas tres personas cuya opinión puede afectarme… Justamente, las tres únicas personas que se sienten, en cierto modo, dolidas porque los aparto de una parte sumamente importante de mi vida.
Yo los entiendo: Me encierro todos los días durante unas horas, desde hace tres años, y lo único que obtienen es «sigo escribiendo».
De momento, seguirán esperando con paciencia el momento en que finalmente esté lista y acabada, para poder ser los primeros en leerla.
Por suerte me queda mucho antes de que acabe de escribirla (es decir, mucho tiempo para hacerme a la idea).
Gracias por los consejos y los ánimos que pude encontrar en el blog.
Quizás te resulte más fácil si vas dejándoles leer capítulos sueltos o fragmentos antes que la novela entera. Desde que escribo el blog y comparto con el mundo mis pequeños escritos me resulta más fácil mostrar lo que hago. Incluso al principio usaba seudónimo, pero al cabo de unos meses, la buena acogida que tuvo el blog hizo que empezara a firmar con mi nombre e incluyera mi foto.
Un saludo y gracias por comentar.