Serie Evernote para escritores II: Contenedor de ideas
Para cualquier escritor es fundamental tener a mano alguna herramienta donde guardar cada idea que se le va ocurriendo, si no por otra cosa, para evitar que se le olvide y se pase los siguientes tres días sufriendo con la incertidumbre de si esa sería precisamente la mejor idea que concebirá jamás. Puede ser cualquier cosa: un cuaderno o varios , un puñado de notas adhesivas, un cajón lleno de papelitos, un archivo de texto, un fichero de tarjetas, etc., pero la ventaja de Evernote, como ya os expliqué en el artículo anterior de esta serie, es que nos permite anotar las ideas desde prácticamente cualquier dispositivo y en cualquier lugar, y acceder a ellas con igual facilidad.
Desde que hace unos meses pasé todas mis notas a Evernote, he aplicado diversos sistemas de clasificación, buscando el que más se ajustara a mís necesidades, y a continuación voy a explicaros en qué consisten. No es que crea que un sistema sea mejor que otro, sino que Evernote es tan flexible, que permite hacer tantos sistemas como usuarios tiene. Yo me limitaré a daros unas cuantas ideas para que las uséis o adaptéis, o para que os inspiren vuestro propio sistema, que espero que compartáis en los comentarios, para que podamos aprender de las distintas experiencias de cada uno con el programa.
1. Clasificación según el género o el medio.
Es el primer sistema que empleé, y venía herado del Wiki que cree para almacenar mis ideas con Wikipad (sobre mi organización en Wikipad también os hablaré en otro artículo, por si queréis probar esta aplicación).
Primero creé un Notebook por cada uno de los medios para los que tenía ideas: Blogs, Guión de cortometraje, Guión de largometraje, Novela, Relato corto, Teatro, Televisión y Varios. Y a continuación creé el grupo de etiquetas Géneros (las etiquetas, a diferencia de los Notebooks sí pueden anidarse): Acción y aventuras, Ciencia ficción, Comedia, Documental, Drama, Histórico, Infantil, Misterio, Romántico y Terror).
De ese modo introduje cada idea en el Notebook corresponidente según el medio, y luego le apliqué las etiquetas del genero correspondientes. Además creé dos etiquetas más Personajes y Títulos para aquellas ideas que no tenían todavía una trama.
El resultado fue éste:
El problema de este sistema es que si una idea puede hacerse en diferentes medios (novela y guión de largometraje, por ejemplo), no se puede compartir la misma nota en varios Notebooks, lo cual sí podía hacerse en Wikipad.
Después probé a convertir los géneros en Notebooks, y los medios en etiquetas, pero el problema era exactamente el mismo, si una idea pertenecía a dos genéros (comedia y romántica, por ejemplo, tenía que duplicar la nota para que apareciera en los dos:
2. Clasificación según el tipo de idea.
Seguidamente, probé una clasificación por tipo de ideas, y creé un Notebook para cada uno: Tramas, Personajes, Títulos y Varios, pero mientras las tres últimas secciones tenían tamaños manejables, la de Tramas quedaba excesivamente larga:
3. Clasificación por etiquetas.
En estos momentos he optado por usar un único Notebook que he llamado Ideas, y clasifico las notas mediante las etiquetas, con grupos de etiquetas de Géneros, Medios, Personajes y Títulos.
A cada nota le añado todas las etiquetas necesarias, y sólo tengo que seleccionar una etiqueta para ver las notas de cada categoría.
Este sistema tiene la ventaja adicional de que no me llena de notebooks el programa, que en mi caso ya está bastante abarrotado, porque doy muchos usos a Evernote. Y hablando de los usos que le doy, os recomiendo que os suscribáis a mis Feed mediante RSS o email, o me sigáis en Twitter, para no perderos los próximos artículos de la serie sobre Evernote para escritores.
Pingback: Serie Evernote para escritores III: Evernote para gestión de blogs | Tinta al sol
Pingback: Blogfesiones XXXV: De dónde sacar ideas para escribir en tu blog - Tinta al sol
Pingback: 10 pasos para empezar a escribir - Escuela de Formación de Escritores
Pingback: Google Keep: haz listas y notas rápidamente - Tinta al sol
Pingback: Del arte de tomar notas – Tinta al sol