Blogfesiones XX: Redes e intimidad, ¿estás contando demasiado?
La otra noche soñé que invitaba a cenar a unos cuentos amigos de Twitter y estos se presentaban acompañados de otros amigos suyos también tuiteros, y la casa se me llenaba de gente a la que no conocía y para la que no tenía bastante cena.
Obviamente eso es de lo que van los blogs, Twitter y demás redes sociales, empiezas hablando (escribiendo) para un reducido grupo de gente y estos te van relacionando con otras personas. Todo eso es estupendo y yo estoy encantada de lo que me ha sucedido hasta ahora, pero a veces me asalta la duda sobre si no nos estaremos exponiendo ante el ojo público demasiado.
Por supuesto todos compartimos sólo lo que queremos y sabemos dónde están nuestros límites, pero incluso el dato más inocente puede convertirse en un problema según las circunstancias. Por ejemplo, yo suelo hacer referencia en Twitter a mi marido, @fmaluenda, pero ¿qué pasaría si un día me divorcio?. Probablemente no sería algo de lo que me apeteciese charlar con todos mis followers. Que unas cuantas personas te den ánimos puede ser muy agradable, incluso si los conoces de manera virtual, pero más de 1400 condolencias pueden ser demasiado. Así que, ¿qué hacer en ese caso? ¿Dejas de hacer referencia a esa persona como tu pareja y que cada uno ate cabos? ¿Se lo cuentas a algunas personas nada más? ¿Lo sueltas de golpe y aguantas el chaparrón hasta que Bibiana Aído suelte alguna barbaridad?
Últimamente también os hablo de mi novela y sois mi gran motivación para avanzar con ella, pero ¿y si la publico y es un fracaso? Al contrario de tantos libros anónimos que languidecen unas semanas en los estantes de las librerías y luego se pierden en el limbo de los libros no vendidos, la trayectoria del mío tendría lugar con luz y taquígrafos.
Quizás estamos demasiado expuestos a los demás de un modo que no ocurre en la vida analógica, probablemente porque la falta de presencia física facilita la pérdida de pudor e invita a la confidencia.
De momento os dejo con este video de Tote King titulado Las redes sociales que detrás de su consigna «Cierra el puto Facebook ya» dice unas cuantas verdades.
Yo por mi parte procuraré no invitar a tuiteros a casa, y quedar con ellos fuera, por lo que pueda pasar…
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Entiendo lo que dices. Nos movemos en el mundo de la pastilla roja de Matrix.
Las redes sociales tienen muchas posibilidades, pero también hay riesgos. La mayoría de nuestros seguidores saben más de nosotros que nuestros vecinos.
Hemos aprendido a protegernos en el mundo real y, supongo, aprenderemos por medio del ensayo y el error a vivir en la red.
Yo estoy encantada de haberte conocido y es muy probable que nunca hubiera sucedido si no fuera por las redes sociales.
Por el momento el balance es positivo, supongo que me siento como pájaro en la twittera 😉
Para mí el balance es muy positivo, yo no tendría las oportunidades que estoy disfrutando ni conocería a las personas interesantes que estoy encontrando si no fuera por Twitter, el blog y demás, pero, como bien dices, esto es un mundo nuevo en el que tenemos mucho que aprender sobre las relaciones.
Por otra parte, no me sorprenden tus palabras, porque tú eras una de las que me aparecía en el sueño y me traías unas 200 personas diciendo «no te preocupes, va a ser muy divertido» 😉
Un abrazo y gracias por comentar.
Hola Yolanda:
No te preocupes que estoy en Barcelona y venir solo a una cena me sería muy costoso.
Yo no se mucho de redes sociales, ni de escribir, como vosotros, pero si que se de marketing y te puedo decir que muchos escritores querrían la publicidad de tu novela todos estamos esperando para comprarla independientemente de las críticas, tienes 312 seguidores, en tu blog, de los que un 80% la compraremos.
Imaginate que cuando Unamuno escribio «La Tía Tula» supiese ya de entrada que tenía 250 posibles compradores. Creo que para eso sirven las redes sociales y cuando esté publicada recuerda que estamos en España donde el deporte nacional es criticar.
Tu adelante que la campaña de marketing es genial.
Y si te divorcias de tu marido no te preocupes haces como yo te buscas otro que tenga el mismo nombre (es verdad los dos maridos que he tenido, bueno a uno aún lo tengo, hasta ahora se llaman igual)
Un abrazo
Mercedes
Desde luego si alguna vez termino de escribir (no digamos ya de publicar o vender) mi novela será gracias al blog y a las redes sociales, eso lo tengo clarísimo; gracias a vuestra respuesta sigo cuando estoy cansada o desanimada o las dos cosas, porque pienso: les gusto hasta ahora, así que merece la pena intentarlo.
Por todo eso y por tus palabras, muchas gracias.
Tomo nota del truco de los dos maridos con el mismo nombre, es utilísimo para no meter la pata 😀
Un abrazo.
Que casi mejor que no se divorcie la muchacha, que eso de buscar otro parejo es mucha complicación, ¿no?
Lo último en el blog de Raffles: Entre estaciones
Una opinión muy poco objetiva ;), pero la aceptaremos.
Eso del hermetismo es cosa de ahora, en las antiguas comunidades humanas, la convivencia era obligada, todos se conocian y ayudaban (8riticaban y peleaban)constantemente, se festejaba entre todos, el nacimiento, la muerte y los éxitos, claro que ahora hay que protegerse un poco ¡hay cada cosa¡
Todo tiene sus pros y sus contras, ahora la gente ha perdido ese impulso natural de ayudar al vecino y en cierto sentido las redes sociales han recuperado ese espíritu de comunidad desinteresada, pero también han heredado sus inconvenientes.
Un saludo y gracias por tu comentario.
Hace unos días publiqué un post con ideas muy en la línea de lo que comentas. Os dejo un enlace por si alguno queréis pasaros:
http://observadorsubjetivo.blogspot.com/2010/09/redes-sociales-utiles.html
Lo último en el blog de observador subjetivo: Zapatero en el váter
Muy interesante tu artículo, gracias por compartirlo con nosotros.
Un saludo.