Cómo volver a escribir tras el parón navideño
El pasado mes de septiembre, después de las vacaciones de verano, os hablé de los trucos que a mí me funcionan para retomar la concentración después de un tiempo sin escribir, pero volver a escribir después de Navidad puede tener otros matices.
La Navidad es tiempo de hacer balance, de ver qué objetivos de los que te propusiste la Navidad pasada has cumplido, en cuáles has fracasado y cuáles ni siquiera has intentado. Y a estos objetivos hay que sumar los nuevos propósitos para el año nuevo…
Da igual si todos esos objetivos son grandes o pequeños, los has compartido o son un secreto, o incluso si están o no relacionados con la escritura: según sea el balance final, según sientas que este balance es una losa o un acicate, volver a escribir puede ser muy duro.
Para superar esos momentos que todos atravesamos de vez en cuando, hay varias cosas que puedes hacer:
1. Repasa las notas del proyecto, pero no el texto.
Repasar las notas que has ido recopilando con tus ideas para el proyecto te ayudará a volver a conectar con él, y a recordar qué te apasionó hasta el punto de comenzarlo.
En cambio, en momentos de baja autoestima, releer lo escrito hará que te fijes sólo en los errores, y eso no hará ningún favor a tu confianza.
2. Soñar despierto.
Visualízate escribiendo, publicando, incluso firmando libros en la Feria del Libro o San Jordi.
Escribir es tu sueño, así que sueña.
3. Escribirte una carta.
Si lo anterior no funciona, escríbete una carta sobre cómo te estás sintiendo.
A todos los escritores se nos da mejor ordenar nuestras ideas por escrito, y dado que es una carta a ti mismo no tiene sentido que te mientas, así que que deberías empezarla de este modo:
Querid@ capull@ sin talento:
Coincidirás conmigo en que ya va siendo hora de que te rindas a la evidencia y admitas que lo tuyo no es escribir.
A continuación describe las razones por las que debes dejar de escribir, y date ideas para ocupar el tiempo que hasta ahora dedicabas a tus historias. Si hay un rasgo que caracteriza a los escritores es nuestro espíritu de contradicción, así que es bastante probable que antes de llegar al final ya estés dándote razones para seguir intentándolo. Y si no es así, la perspectiva de pasar el resto de tu vida sin escribir seguro que te devuelve al buen camino.
4. Escribe algo realmente malo.
Coge un trozo de papel en sucio o abre un nuevo archivo en tu editor de texto y escribe el peor texto que hayas escrito: repite frases deliberadamente, no corrijas las faltas de ortografía y cuanto menos sentido tenga mejor, la única condición es que esté relacionado con el proyecto en el que estás atascado. Sigue durante 20 minutos y después rómpelo en pedacitos o bórralo del ordenador.
Al día siguiente vuelve a hacerlo, y continúa día tras día, hasta que deje de apetecerte borrarlo.
5. La motivación no es tener ánimo, sino tener motivos.
Una de esas frases que desearías que se te hubiera ocurrido a ti, pero que se le ocurrió a Yoriento, o al menos a él se la leí.
Piénsalo bien: ahora mismo no tienes ánimo para escribir, pero ¿tienes motivos? ¿Sí? Pues al lío…
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Hola buenas… feliz año. Una rana tuya dio el salto a la charca. Un saludo, croak, croak
http://charcaderanas.blogspot.com/2012/01/primer-contacto-yolanda-gonzalez-mesa.html
Jajjaja, muy novedosas estas recomendaciones, ni se me hubieran pasado por la cabeza. Estoy de acuerdo en que tenemos un gran espíritu de contradicción, más de una vez me han enviado alguna palabra rara por twitter para hacer mis «Microversos a la carta» con la intención de jorobarme o hacerme la broma… ¡y son las mejores frases que saco! XD
Lo último en el blog de Zilniya – Microversos: Con oído atento (Los sentidos, 1ª parte)
Estas recomendaciones son distintas porque el bloqueo de navidades tiene un matiz emocional distinto, sobre todo por culpa de los dichosos propósitos, que tanto pueden servir como motivadores que como elementos paralizantes por irrealizables.
Muchas gracias por pasar por aquí y comentar.
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