Relato: Atrapado
— Y no intentes escabullirte, que no va a servirte de nada — bramó el hombre.
El niño sólo pensaba en salir de allí, en volver a su casa. En aquel momento incluso echaba de menos a su madre obligándole a recoger su habitación o riñéndole por jugar demasiado a la Play.
En cambio, ahí estaba, atrapado durante tanto tiempo como aquel hombre quisiera.
El niño intentaba pensar con rapidez: ¿qué podía hacer él para acabar con aquello?, ¿cómo podía convencerle para que le dejara irse a casa?
Le preocupaba hacer o decir algo que le enfadara más, que le hiciera alargar aún más aquella situación.
Sólo quería volver a casa, a casa.
Podría intentar darle pena, decirle que su madre se preocuparía si llegaba tarde.
O podría fingir darle la razón, hacerse el simpático, seguirle la corriente.
O quizás de todos modos, nada de eso funcionaría, y diera igual que se enfrentara a él, con lo que al menos podría darse el gusto de mandarle a la mierda.
Pero antes de que pudiera decidir nada, el hombre volvió a acercarse, la determinación en su mirada y en cada gesto de su cuerpo.
Definitivamente no iba a ser fácil salir de allí.
El hombre se quedó observando al niño un rato; parecía estar haciendo él también sus cálculos, hasta que por fin dijo:
— Muy bien, de aquí no vas a salir hasta que entiendas la teoría de conjuntos.
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Excelente relato, tienes gran calidad en tu narrativa
Jajjajajaja, algo sospechaba del final, pero me ha mantenido en tensión igualmente. Al fin y al cabo, nunca se puede estar 100% de los finales de tus relatos, lo que me mueve a leer hasta el final.
Pobre niño, secuestrado por las matemáticas. 😀
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Ya sabes que me gusta retorcer los finales 😉 Me alegro mucho de que te gustara.
Un saludo.