Relato: Cuentitos
—¿Sabes qué es aún mejor que dormir? Dormir contigo así, apretaditos, abazaditos, y darte besitos, y oler tu olor tan rico mientras me entra sueño, y darme la vuelta, y abrazar y dar besitos y oler el olor tan rico de tu hermanito.
Los niños se apretujan contra su madre, contentos, porque ahora hacen cada noche lo que antes sólo podían hacer de vez en cuando: dormir con mamá en la cama grande. Sólo pueden hacerlo cuando papá está de viaje, pero este viaje es largo, parece que no va a acabar nunca.
Su madre les abraza fuerte, luchando porque no se escape el poco calor que queda en esa cama fría, en esa casa fría, en esa vida fría.
Esto ha sido fácil, a ver qué se le ocurre mañana para explicarles que no hay desayuno.
Si te gusta este relato también pueden interesarte:
Pingback: Bitacoras.com
Un relato corto con mucho impacto. Empieza inocente y termina dejando un sabor amargo en la boca y un nudo en la garganta.
Lo último en el blog de Ana Katzen: Prefiguración
Muchísimas gracias, me alegro de que causara esa reacción en ti.
Un abrazo.
Uh. Me dejó helada y con un escalofrío. Intenso y breve, perfecto. Saludos!
Gracias por dejar tu opinión, me alegro de que te gustara. Un abrazo.
Un relato fantástico, impactante!!! Me ha gustado mucho…
Muchísimas gracias por decírmelo, me alegro mucho. Un saludo.
Primero se me pasó el escalofrío y luego entendí la foto de la taza vacía.
Se me ha movido algo dentro al leerlo. ¡Muy bueno!
Muchas gracias por tus palabras, me has emocionado. Un abrazo.