Gota 157: Siempre he temido el plagio
Siempre he temido el plagio, es decir, ser acusado de ello. Todo escritor es un ladrón, aunque algunos somos más listos que otros a la hora de ocultar nuestros robos. La razón por la que los escritores leemos tan lentamente es que estamos buscando sin cesar cosas que robar para hacerlas pasar por nuestras: un buen trozo de sintaxis, una transición suave, una metáfora que se lanza a su objetivo como una flecha disparada con una ballesta de aluminio.
Bastante cierto, quizá todas las historias están ya inventadas. Pero en todas las artes pasa algo parecido, ¿no? La diferencia debe de estar en los giros personales de cada uno y en si estos (en el caso de la escritura) enganchan a más de un lector o no.
No sé dónde leí que hay un número finito de historias, y que todas en realidad son variaciones de otras. Quizás a nosotros nos pase como a los niños, y nos gusta que nos cuenten lo mismo una y otra vez.
Muchas gracias por tu comentario. Por cierto, me he hecho fiel lectora de tu blog, me encanta como escribes y lo que escribes en ambos idiomas.