El correo que recibo 4: No hago correcciones gratis (y tampoco cobrando)

Quería empezar dejando constancia aquí de algo que repito varias veces por semana: no hago correcciones gratis. De hecho, tampoco las hago cobrando, porque para hacerlas se necesita una formación y experiencia de las que yo carezco, pero el tema de esta entrada es, insisto una vez más, que NO-HAGO-CORRECCIONES-GRATIS.

Desde que abrí este blog he recibido toneladas de mails pidiendo que lea tal o cual novela, cuentos, blogs, etc. y dé mi opinión, proponga correcciones e incluso que escriba las partes en las que el autor se ha bloqueado. Al principio recibía estos mensajes un par de veces al mes, ahora son casi diarios, y todos responden al mismo tipo:

1. Autor novel que nunca ha leído mi blog.

La mayoría ni siquiera se molesta en averiguar si Tinta al Sol tiene una sola autora, o que dicha autora es una mujer, aunque mi nombre está en todas partes y mi foto en la portada, por lo que suelen enviar estos mensajes a un destinatario masculino y/o plural.

2. Por supuesto, si no lo ha leído, tampoco ha comentado nunca en mi blog.

Me piden que lea su trabajo y les dé mi opinión, pero empezar por hacer lo mismo con el mío les da pereza. Con decir lo estupendo que es el blog en el mail ya cumplen, que luego se me sube a la cabeza.

3. No me sigue en ninguna red social, o me sigue desde 10 minutos antes de enviar el mail.

Esto, sumado al hecho de que nunca ha comentado en mi blog, supone que no hemos conversado jamás y que es un total desconocido/a para mí. Aún así, de algún modo, he adquirido el compromiso tácito de leer sus textos.

4. Quiere, como mínimo, que lea su novela de 300 páginas.

Si tengo suerte, claro, el récord lo tiene alguien que pretendía que leyera dos novelas históricas (es decir, tochos), y una recopilación de 40 de sus mejores cuentos.

Ahora multiplicad 300 páginas por 7 días que tiene la semana por 52 semanas que tiene al año. No os molestéis, ya he hecho la cuenta son un total de 109.200 páginas de textos de completos extraños. Suponiendo que lea una página por minuto (no sé si será así, nunca me he cronometrado), eso supone un total de 1820 horas, es decir casi 76 días, una cuarta parte del año sin hacer otra cosa que leer libros que yo no he pedido leer y además gratis.

5. Envía un mail con faltas de ortografía.

No ocurre siempre, pero es lo más habitual, y si ya cuida tan poco su carta de presentación, miedo me da pensar qué me puedo encontrar en su novela.

6. Como lo que verdaderamente le interesa de mi corrección es que sea gratis, desaparece en cuanto le recomiendo a un corrector que sí sabe corregir textos y que cobra por ello.

Muchas de estas personas no buscan realmente un corrector, sino alguien que haga por ellos el pesado trabajo de la corrección ortotipográfica inicial, porque en todos los demás aspectos su texto es perfecto.

Tengo que decir que hay casos en los que, cuando explicas educadamente que no eres corrector profesional, la persona en cuestión lo entiende y sigue con su vida, e incluso acepta tu consejo de buscar un profesional que le ayudará a sacar el máximo partido a su texto por un precio que no es tan alto como se puede pensar.

Pero en muchas otras ocasiones, el autor no entiende cómo puedes dejar pasar el honor y la oportunidad de leer en primicia el próximo 50 sombras de Grey o Crepúsculo, y te lo hace saber de malos modos. Por si les sirve de consuelo, también he dejado (y seguiré dejando) pasar la oportunidad de leer los originales.

22 comentarios en “El correo que recibo 4: No hago correcciones gratis (y tampoco cobrando)

  • el 5 septiembre 2016 a las 9:37
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    Ya que estamos con el tema, ¿no te importaría corregirme mi novela de dos millones y medio de palabras? Es tan buena que tendrías que pagarme tu a mi una cantidad considerable de dinero por disfrutar del inédito placer de hacerlo…

    Ahora en serio, hace unos años, en un foro un chaval pretendía que leyéramos su ópera prima. Como no era habitual eso de que alguien ofreciera algo antes de su publicación, algunos del foro nos pusimos a leerla… ¡Madre mía qué truño! Unas faltas de «horthojrafiha» que daban pavor, y no te digo ya la sintaxis. Amablemente le dijimos al chaval que la corrigiera y nos la volviera a enviar (sabiendo de antemano que iba a ser mala con dolor porque ya sabes, si no cuidas la ortografía, menos vas a cuidar otras cosas), y nos soltó todo él, más fresco que una rosa, que eso de corregirla era muy pesado y que como era buena ya lo haríamos nosotros… El el eco sideral todavía deben estar rebotando las carcajadas, y no hubo manera de hacer entender al chaval que nadie iba a leer su «magnus» si tenía faltas, de hecho cogió tal cabreo que tras insultarnos borró todos sus mensajes del foro, que fueron recuperados gracias a la caché de Google y que, supongo, todavía están disponibles para escarnio global.

    La verdad es que se me hace difícil entender cómo puede haber gente tan jodidamente obtusa, y cuando intentas hacerles caer del burro no sé qué se pensarán, la verdad. Si yo, que no pertenezco al gremio, entiendo eso, uno que quiera pertenecer al menos debe conocer su propio sector. Qué menos.

    Por cierto, ¿estás segura de que no quieres hacer un proofreading de mis 2M5 palabras? 😀

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    • el 5 septiembre 2016 a las 9:51
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      Lo creas o no, en este momento estaba declinando por mail otra oferta para leer un libro y hacerle publicidad gratis (clong, clong, clong (soy yo dándome de cabezazos contra el escritorio)).

      El mundo de los foros de escritores tiene estas alegrías, por eso yo no participo en ninguno 😉

      Respecto a tu novela de dos millones y medio de palabras, un autor capaz de escribir tan magna obra no necesita ninguna corrección, estoy segura. Si yo fuera tú la enviaría directamente a Planeta, en papel, para que puedan apreciarla mejor, estoy segura de que te harán una oferta enseguida.

      Gracias por leerme y comentar, un abrazo.

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      • el 5 septiembre 2016 a las 10:04
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        ¡Qué ideaca! ¡Y en papel de 120 gramos, para que la calidad del continente se acerque un poco a la del contenido!

        He llamado a un transportista para que me envíe el manuscrito. Dice que el envío es gratis por ser una primera novela tan interesante y tan buena.
        Lo último en el blog de rfog: Cambiar la batería a un MacBook Air del 2011

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  • el 5 septiembre 2016 a las 9:56
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    Vaya, yo que pensaba mandarte mi pequeño relato de doscientas mil palabrejas de nada. Claro, que con esa actitud, no sé si eres merecedora de leer MI narración, futuro éxito sin parangón. Y encima dices que quieres cobrar —bueno, que ni cobrando— ;).
    Eso sí, veo con alegría que tu novela, por fin, vuelve a avanzar.

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  • Pingback: Bitacoras.com

  • el 5 septiembre 2016 a las 19:27
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    Pues un amigo escritor que dicta talleres de escritura comenzó a llenarse de alumnos (convertidos en mejores amigos) que le comenzaron a mandar gratis sus obras para su corrección y edición (y recomendación y publicación si era posible). Mi amigo tuvo que subir el precio por página a niveles de robo para evitar esta sangría de textos. Lo peor fue cuando uno le envió su novela de 200 páginas comprimida en apenas 20, pasando de todo margen y con letra tamaño pulga, para ahorrar costos. Así que desde allí exige unos márgenes inmensos, letra inmensa y cobra el doble por página. Y si aun así, alguien quiere que le corrija el texto, pues ahora si bienvenido sea que unas monedas extra nunca están de mas.

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    • el 5 septiembre 2016 a las 21:36
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      Es un buen truco el de tu amigo, y el de las 200 páginas comprimidas es de traca.

      Yo hago algo parecido: cuando alguien me pide una corrección le remito a un amigo que es un profesional de esto y tiene precios muy asequibles; el 99% de la gente no vuelve a dar señales de vida.

      Muchas gracias por tu comentario, un saludo.

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  • el 5 septiembre 2016 a las 20:59
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    TANSTAAFL es una sigla del adagio en inglés «There Ain’t No Such Thing As A Free Lunch», que traducido casi literalmente al español significa «No hay tal cosa como un almuerzo gratis» o «No existen almuerzos gratis», y en una versión más usual se identifica con el refrán «Nadie da algo por nada» o «Nadie regala nada».
    Cuesta escribir, pero también hay un precio para corregir que se debe pagar… cuando pagas el precio LE DAS VALOR A TU OBRA Y si eso pasa, el autor muestra credibilidad en lo que hace.

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    • el 5 septiembre 2016 a las 21:37
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      Exacto, un autor que no está dispuesto a invertir nada en su obra no la está valorando. Me apunto la frase, que no la conocía. Muchas gracias por tu comentario, un abrazo.

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  • el 5 septiembre 2016 a las 22:00
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    Mails así llegan. Para el que llegue a este artículo en busca de corrector, comparto mi método.

    1- Lector cero. El lector lee mientras escribo. Cada capítulo lo envío a medida que lo escribo, al día siguiente recibo feedback (casi siempre valioso). Es gratis. Se encuentra en… una amistad de mínimo diez años.

    2- Primera corrección: sirve para dar congruencia, eliminar contradicciones, corregir el error de tipeo (que para el que tenga el hábito de escribir tres mil palabras al día, como yo, serán varios)., revisar tiempos verbales, etc.

    3- Segundo corrección. Esta es la corrección de estilo. Se cortan adjetivos de más, se agregan donde faltan, se eliminan redundancias. Esta es una corrección de forma, mientras que la primera es de contenido. Como regla general, se calcula que del total, después de esta corrección, quedará un 10% menos palabras.

    4- Busque un editor. Si no tiene agente que lo haga por usted, haga el favor de no ser boludo y sólo mande su novela porno a editoriales que publiquen novelas porno, los de la ficción histórica no tienen clientes para venderles su novela y nunca han de responderle.

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  • el 6 septiembre 2016 a las 16:34
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    Pasaba por aquí y, ¡vaya por Dios!, que me quieren corregir mis literaturaciones en un pis pas. Pues, mira, ¡NO! Aunque me has caído muy bien y comparta contigo casi todos tus argumentos, que no y que no. Que no te dejo mi leer mi microrrelato de diecisiete palabras en el que he empleado un par de años de vida investigando y buscando en diccionarios y enciclopedias. Porque… ¿y si me lo copias?
    Permíteme esta pequeña humorada y ánimo en tus negativas. Uno, cuanto más cara tiene, más sitio hay para darle de bofetadas.
    Gracias por atenderme.

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    • el 7 septiembre 2016 a las 9:19
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      Me encanta tu frase de «Uno, cuanta más cara tiene, más sitio hay para darle de bofetadas», muchas gracias por tu comentario, un saludo.

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  • el 30 septiembre 2017 a las 1:24
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    Nunca se me paso por la cabeza eso, que malos ratos has de pasar. Yo considero que siempre deba ver alguien para leer y decirte que esta mal, o si la historia simplemente no es buena, pero en lo personal yo me tomo el tiempo de leer, releer y super releer lo que escribo y si bien siempre me tardo un montón ya estoy acostumbrada, sumándole que soy la editora casi particular de mi madre en su pagina, y la de mi hermana cada vez que publica en facebook, la verdad ya ni me cuesta. Aunque me has hecho pensar mas en la calidad, no soy una profesional y luego tengo que andar checando reglas ortográficas.
    Lo último en el blog de J Al.: Relato: Convivencia

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