Relato: Pero no comieron perdices…
Al cabo de varios días de búsqueda, el príncipe terminó por rendirse, guardó el solitario zapatito en el fondo de un baúl y aceptó casarse con la heredera de un reino lejano.
No muy lejos de allí el cuerpo desangrado de Cenicienta comenzaba a descomponerse. Es peligroso correr con algo tan frágil y cortante como un zapato de cristal.
Cenicienta descompuesta, esto parece una canción de Golpes Bajos 😉
Un final más realista…..
Hay que revisitar los clásicos 😉
Un saludo y gracias por tu comentario.