No tengas miedo
Deja que tus palabras tropiecen unas con otras.
Deja que se atropellen, que se enreden, se peleen, se humillen, se destrocen.
Después pasea entre los estragos de ese campo de batalla.
Pon unas vendas aquí y allá, desecha lo inservible, aplica unos remiendos. Cura, sana, culito de rana.
Esos restos destrozados que ves son tu obra.
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Precioso.
Muchas gracias 🙂