Relato: Venus
Ella siguió a su aire, bailando y girando al contrario que todos los demás planetas, creando el caos ajena a los comentarios y las miradas reprobadoras. Total, ya estaba acostumbrada después de tantos años.
No en vano sus habitantes eran los únicos en la galaxia que no conocían el dolor o el miedo.
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Me encantó Yolanda, y así es, para hacer algo que innove en las costumbres de la manada se debe dejar de lado tanto el miedo como el dolor que ese miedo produce.
Un abrazo
Lo último en el blog de patricia nasello: Cosas Familiares
Totalmente de acuerdo, aunque sea duro uno tiene que seguir su propio camino.
Un saludo y gracias por tu comentario.