10 consejos para escritores en Twitter

TwitterYa os he hablado con anterioridad de las muchas ventajas que proporciona Twitter a cualquier escritor. En mi caso ha sido la mejor manera de dar a conocer mi trabajo y mi blog: recibo casi un 50% más de visitas vía Twitter y otras redes sociales que a través de RSS.

Por eso, si aún no tenéis cuenta en Twitter, o en su día la abristeis pero no la utilizáis, o creéis que podéis sacarle más partido, me voy a permitir daros una serie de consejos fruto de los tres años que llevo observando errores propios y ajenos de escritores en Twitter, consejos que podrían resumirse en uno: No seas ninguno de los siguientes personajes.

1. El hombre de la gabardina.

La queja más extendida entre los tuiteros recién llegados es que no les sigue nadie a pesar de que ellos siguen a muchos.

Si te acercaras con el rostro oculto y sin mediar palabra a un completo desconocido por la calle, y te pusieras a escuchar sus conversaciones, es poco probable que el desconocido mostrara mucho interés en hablar contigo, ¿no te parece? Más bien procuraría ignorarte o alejarse de ti.

En twitter pasa exactamente lo mismo, si no te has molestado en poner una foto de perfil, ni explicar quién eres en la Bio y el único tuit que has escrito es: «Probando twitter», ¿cómo esperas que sepamos que eres alguien interesante y con quien merece la pena hablar?

Lo primero, pon una imagen en tu perfil a modo de avatar; lo ideal es una foto, porque a todos nos gusta hablar con personas, no con dibujos, pero procura poner algo que permita identificarte fácilmente en un timeline lleno de tuits.

Después, cuenta brevemente quién eres en tu Bio; si no se te ocurre nada especialmente ingenioso, empieza por lo más sencillo y más adelante ya lo cambiarás.

Por último, empieza a hablar, es decir, a tuitear. Al principio puedes sentirte un poco idiota hablando solo, pero eres un escritor, ¿no?, escribe. La gente a la que sigas y que entre en tu perfil podrá leer tus tuits anteriores y saber desde el primer momento cómo escribes.

Y no agradezcas que te sigan con DMs automatizados, a nadie le gusta hablar con máquinas. Si se lo quieres agradecer y no estás en ese momento conectado, hazlo más tarde.

2. El yomímeconmigo.

Twitter es para adultos.

Cuando un niño caprichoso quiere algo, suele empezar una retahíla de este estilo:

—Quiero chuches.

—Quiero chuches.

—Quiero chuches.

—¡Quiero chuches!

—¡Quiero chuches!

—¡Quiero chuches!

—¡QUIERO CHUCHES!

—¡QUIERO CHUCHES!

—¡QUIERO CHUCHES!

Lo que en Twitter equivaldría a:

—Lee mi blog (o compra mi libro o hazte fan de mi página).

—Lee mi blog (o compra mi libro o hazte fan de mi página).

—Lee mi blog (o compra mi libro o hazte fan de mi página).

—¡Lee mi blog (o compra mi libro o hazte fan de mi página)!

—¡Lee mi blog (o compra mi libro o hazte fan de mi página)!

—¡Lee mi blog (o compra mi libro o hazte fan de mi página)!

—¡LEE MI BLOG (O COMPRA MI LIBRO O HAZTE FAN DE MI PAGINA)!

—¡LEE MI BLOG (O COMPRA MI LIBRO O HAZTE FAN DE MI PAGINA)!

—¡LEE MI BLOG (O COMPRA MI LIBRO O HAZTE FAN DE MI PAGINA)!

A nadie le apetece aguantar a un niño así ni dentro ni fuera de Twitter.

Si tuiteas cosas interesantes y/o ingeniosas a la gente le gustará leerte en Twitter, en tu blog, en tu libro o donde sea sin necesidad de que te pongas pelma.

Habla de ti, pero comparte también información interesante de otros: en Twitter no se sigue al que más sabe, sino al que más comparte.

3. El falso gurú.

Hay quien cree que para ser alguien en Twitter tiene que tener una ratio de 1:100 entre seguidos y seguidores, por lo que se dedica a seguir en masa a todo el que se cruza en su camino, y cuando ha obtenido una buena cantidad de seguidores, deja de seguir a la mayoría de golpe.

No sé si es más triste o ridículo. ¿Cuánto crees que van a tardar tus seguidores en darse cuenta de que no tienes nada que decir?

4. El fan acosador.

Uno de los atractivos de Twitter es que en muchos casos puedes hablar directamente con personas famosas o no a las que admiras, pero, ¿te imaginas lo que debe ser tener a 5.000, 20.000, 100.000 personas hablándote (tuiteándote) a la vez? ¿Tú serías capaz de contestar a todos y cada uno de ellos de manera individualizada, y además trabajar y vivir el resto de aspectos de tu vida?

Por no hablar de que el 95% de los perfiles de famosos en realidad los llevan sus publicistas, o los becarios de sus publicistas?

¿Realmente te hace tanta ilusión que el publicista o el becario te agradezcan que hayas comprado el libro, disco o película del famoso de turno?

Twitter está lleno de personas reales interesantes que conocer, y seguramente tú eres uno de ellos, no te centres en los nombres.

5. El escritor con publicista.

Querido escritor consagrado, estoy segura de que el publicista o becario de publicista que lleva tu cuenta en Twitter es una persona estupenda y muy interesante, y me encantaría seguirle, pero no en una cuenta con tu nombre.

Me parece estupendo que los escritores consagrados no tengan ganas y/o tiempo para interactuar en Twitter con sus lectores, pero si no son ellos mismos los que tuitean, no deberían fingir que es así, porque es muy fácil descubrirlo y lo que podía ser un buen modo de promoción termina convirtiéndose en publicidad negativa y pérdida de reputación.

Si la tuya no es una cuenta personal, llámala por su nombre y di que se trata de un canal de noticias sobre ti en Twitter. A tus lectores les resultará igualmente interesante y no se sentirán engañados.

6. Los chupapollas.

El plural viene de que todos lo hacemos un poquito en Twitter, y el nombre hace referencia a una frase del Sr. Lobo, el personaje de Harvey Keitel en Pulp Fiction: «Bueno, pero no empecemos a chuparnos las pollas todavía«.

Y es que el nivel de peloteo en Twitter a veces es abrumador: que sí, que todos somos maravillosos y nos queremos mucho, pero ¿qué tal si añadimos un poco de sana crítica constructiva a nuestras conversaciones de vez en cuando? ¿No aprenderíamos todos más?

7. El antideportivo.

En Twitter hay poca crítica, pero de vez en cuando la hay, y debes aprender a lidiar con ella, y esto vale tanto para escritores famosos como desconocidos.

Es muy agradable que te digan en Twitter lo estupendo que eres, pero también te dirán lo que no les gusta de ti, y esa es una información que puede ser muy valiosa para ayudarte a mejorar, así que aprovecha y agradécela como se merece.

Si buscas un entorno en el que sólo te digan lo mucho que vales, limítate a ver el contador de visitas de tu blog, tu puesto en la lista de escritores más vendidos o a ir todas las tardes a merendar a casa de tu abuela.

Eso sí, tienes que distinguir siempre entre la crítica constructiva y la que no lo es, recuerda: Don’t feed the troll!

8. El profundo.

Twitter es una herramienta de promoción y aprendizaje excelente, pero también un sitio estupendo para relajarte con una charla intrascendente.

La grandeza de Twitter es que puedes darte a conocer o conseguir ayuda para localizar una información que te interesa, pero también sirve para pasar una noche divertida compartiendo un sofá virtual con miles de amigos con los que hacer bromas sobre los despropósitos de la serie Felipe y Letizia.

El tuitero profundo cree que Twitter tiene una serie de reglas que todo el mundo debe seguir (casualmente, aquellas con las que está de acuerdo), pero se trata sólo de un instrumento y pretender unas normas de uso viene a ser como querer decir qué temas de conversación son adecuados para el móvil y cuales para el teléfono fijo.

Si no te gusta el comportamiento de alguien en Twitter, sencillamente, deja de seguirle.

9. El troll aspirante a gurú.

Otro personaje recurrente de Twitter, que se dedica a criticar a cualquiera con más de 5.000 followers tildándole de gurú, mientras agradece los nuevos seguidores en interminables respuestas llenas de nicks desconocidos para que todos veamos lo interesante que le encuentran.

Alterna esos tuits con periódicos berrinches del tipo: «@… es un gurú, no me sigue, ni me responde a cada tuit en el que le menciono. No sé quien se piensa que es, pero ahora mismo le bloqueo».

Lo cual a @… le da igual, porque sólo ve en él a un pelma y, francamente, los demás también.

10. El llorica.

No hay nada menos sexy que el olor a desesperación, así que si queréis que la gente os haga retuits y os recomiende a sus seguidores, no supliquéis esos RTs y recomendaciones, ni hagáis la pelota al tuitero de moda.

Charlad, relacionaos, dejad que os conozcan y sobre todo hacer un contenido lo suficientemente interesante y con la suficiente calidad como para que obtenga esos RTs por sus propios medios.

Resulta obvio que un RT de alguien con miles de followers produce un aumento inmediato de tus visitas o de tus propios seguidores, pero para que esos visitantes puntales se conviertan en lectores habituales de tu blog o seguidores permanentes, lo que encuentren una vez allí ese RT debe nacer de un interés por compartir algo interesante, no para ver si dejas de dar el coñazo pidiendo RTs 15 veces al día.

¿Y vosotros qué personajes consideráis que son un error en Twitter?


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19 comentarios en “10 consejos para escritores en Twitter

  • Pingback: Bitacoras.com

  • el 7 noviembre 2011 a las 10:00
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    Excelente recopilación, se podría añadir el «pelma geolocalizado» que insiste en hacernos saber que está en el aeropuerto, o en la parada del autobús 😉
    Lo último en el blog de arati: Cuando menos es más

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  • el 7 noviembre 2011 a las 13:51
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    Soy una de esas que tiene más que abandonada su cuenta de Twitter (me reconocí ya en el grupo 1, hombre o mujer, para mi caso de la gabardina). El artículo sin duda me obligó a pensar y a partir de hoy aprenderé a usar esta red (porque por ahí comienza uno, aprendiendo). Muhcas gracias por traer el tema a la luz, compartir la experiencia y felicidades por el blog, se ve un trabajo muy consistente y de gran utilidad.

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    • el 7 noviembre 2011 a las 19:01
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      Si te abres, seguro que encontrarás mucha gente que quiera seguirte, es cuestión de dedicarle un poco de tiempo y tener un poco de paciencia.

      Muchas gracias por tus comentarios y por tus palabras sobre mi blog. Un abrazo.

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  • el 7 noviembre 2011 a las 19:15
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    Hay un tipo de tuitero aún peor: el que directamente se atribuye las ideas o ingenios de los demás y las hace propias.

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    • el 8 noviembre 2011 a las 18:50
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      Conozco el tipo: «hubiera puesto tu nick en el RT, pero no me cabía». Lo bueno es que a esta gente se la conoce enseguida.

      Gracias por el aporte y un saludo.

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  • el 7 noviembre 2011 a las 20:45
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    Lo cierto es que me has abierto el apetito por el twiter. No soy muy dada a las redes sociales porque trabajo todo el día con un ordenador, y cuando llego a casa no me apetece ponerme otra vez delante de la pantalla, con el añadido de que no puedo meterme en el facebook ni en los blogs en horas de trabajo. Soy de esas que escriben en libretas con boli bic. Pero viniendo el consejo de tí, creo que me lo voy a plantear. No suelo comentar nunca, pero aprovecho para decirte que el tuyo es uno de los pocos blogs a los que soy fiel. Espero tus entradas, me encanta como escribes, por como transmites, tan fácil, tan directo, tan adentro, y te admiro con un punto de sana envidia. Gracias.
    Lo último en el blog de Apolonia: JITANJÁFORA 21: ROALD DAHL

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    • el 8 noviembre 2011 a las 19:13
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      Yo también escribo a mano, soy incapaz de hacer el primer borrador en el ordenador, pero para mí Twitter es una herramienta fundamental, porque es la que me ha permitido darme a conocer y la que directa o indirectamente me ha llevado a empezar a ganarme la vida como escritora. Lo bueno que tiene twitter con sus listas y hashtags es que no tienes que estar todo el tiempo conectado, sino que puedes seguir periódicamente las actualizaciones de las personas o temas que te interesan.

      Respecto a tus palabras finales sobre mi blog, sólo puedo agradecértelas de todo corazón. Estas cosas son la gran motivación, sobre todo cuando llega la «negra sombra» y me asaltan las dudas.

      Un fuerte abrazo.

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  • el 7 noviembre 2011 a las 21:18
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    ¡Me ha encantado esta entrada! Creo que haces un análisis muy certero de lo que son los tipos de usuarios que rondan por Twitter. Sobre todo me ha encantado ese yomímeconmigo, porque de verdad que es un usuario que me toca mucho las narices, especialmente el que me recibe como seguidor en Twitter enviándome directamente su web.

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    • el 8 noviembre 2011 a las 19:23
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      Oooooodioooooo los DMs automáticos «agradeciendo» el follow e «invitándome» a visitar su blog, página de Facebook, etc. Más de uno se ha ganado un unfolloweo automático por eso, porque yo estoy en twitter para hablar con personas y no con bots. El día que me apetezca hablar con una máquina, charlaré con la tostadora, que seguro que tiene una conversación más interesante que esos mercachifles.
      Además, ¿te has fijado que quienes más lo hacen son los autoproclamados «expertos en social media»?

      Te agradezco mucho tu comentario, y no olvides visitar mi página de Facebook, de Google +, de Linkedin, de… (es broma ;)). Un saludo.

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      • el 8 noviembre 2011 a las 21:12
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        Tienes razón. Esos «expertos en social media» que tienen miles de seguidores y que solo siguen a una decena o, como mucho, a cien usuarios. Esos son los peores 🙂

        Por cierto, yo también tengo página en Facebook, en Google +, en Linkedin… 😉 Un abrazo.

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  • el 8 noviembre 2011 a las 20:46
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    Un resumen muy interesante. Me he reído bastante viendo las descripciones. No sé si podría añadir algo más a este post, me ha parecido fantástico. Quizás un apartado a esa burbuja que es Twitter y que algunas veces confundimos con la realidad.
    Un abrazo.

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    • el 10 noviembre 2011 a las 12:46
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      En eso tienes razón, muchas veces nos parece que todo el mundo está en Twitter y que todo el mundo opina como nosotros, y que le indigna o preocupa lo mismo que a nosotros, cuando en realidad de momento es un microcosmos, pero cada vez vamos teniendo más relevancia.

      Muchas gracias por tus palabras y un saludo.

      Respuesta
  • el 8 noviembre 2011 a las 22:00
    Permalink

    Comparto el comentario de Apolonia: tu blog es el único que visito regularmente, me gusta la temática de tus entradas, como resumes los temas, como los escribes, en fin, como compartes tus conocimientos y experiencias. Un blog que tiene un gran valor añadido.
    Puedes estar segura, Yolanda, que tus seguidores no te visitan espontáneamente sino a conciencia. Y eso forma parte de dicho valor añadido.
    Enhorabuena y gracias.

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  • el 9 noviembre 2011 a las 23:38
    Permalink

    Un excelente repaso (en los dos sentidos de la palabra) a la fauna autóctona de Twitter. El saber criticar de forma sana es algo que me preocupa, un tuit que escribí sobre ello fue «El problema no es encontrar quien te alabe. El problema es encontrar quien te critique con sinceridad.»

    Y es que el intercambio en twitter se hace más ameno y práctico cuando no nos limitamos sólo a las alabanzas edulcoradas.

    Buen post. Aunque se queda corto para todo lo que se puede hablar sobre tuiteros. Tendrás que hacer una segunda parte.

    Respuesta
    • el 10 noviembre 2011 a las 12:52
      Permalink

      Creceríamos y aprenderíamos más si nos dijéramos más verdades a la cara (o al twitter) de vez en cuando, pero poco a poco vamos conociéndonos también allí, y descubriendo quién va de pelota profesional y quién busca ayudarte.

      Un saludo y muchas gracias por tu comentario.

      Respuesta
  • Pingback: Blogfesiones XXXIV: Cómo incluir un tuit en un post - Tinta al sol

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