Opinión: Picnic en Hanging Rock de Joan Lindsay

El 14 de febrero de 1900 un grupo de alumnas de un estricto internado de Australia celebra junto a varias profesoras, un picnic en un paraje agreste llamado Hanging Rock.
Lo que en principio se presenta como un agradable día alejadas de la rigidez de las rutinas del colegio termina en tragedia cuando varias alumnas y una profesora desaparecen sin dejar rastro.
Lo más original de este libro es que está escrito en los años 60, pero con el lenguaje clásico de una novela decimonónica. Por un lado el estilo hace que entres más fácilmente en la historia y en el ambiente en el que esta se desarrolla, por otro hay elementos modernos que te enganchan a la historia, como el hecho de que se centre más en cómo la tragedia afecta al resto del colegio y a los habitantes de las inmediaciones que en la resolución de un misterio que no presenta pistas.
Otro punto que hace que la novela te atrape desde el primer momento es la habilidad de la autora para transmitir la atmósfera asfixiante y cerrada que envuelve la narración, especialmente haciendo que pequeños detalles en apariencia intrascendentes se tornen inquietantes. Esto último además contribuye a darle al libro una pátina de realismo que ha hecho que durante mucho tiempo se haya especulado sobre si la historia está basada en hechos reales o no.
Un rasgo que aporta modernidad a Picnic en Hanging Rock a pesar de su apariencia de novela clásica, es el final abierto, que es otra de las razones por las que este libro se ha convertido en una obra de culto, ya que permite que la imaginación del lector intuya razones más desasosegantes aún para las desapariciones que las que cualquier final tradicional. Este final no fue voluntad de la autora, sino que sus editores la convencieron para eliminar el último capítulo. Este famoso capítulo, el número XVIII, fue publicado tras la muerte de Joan Lindsay bajo el título The secret of Hanging Rock, pero no aparece en la edición de Impedimenta, que ha recuperado la edición original. A pesar de eso es relativamente fácil de encontrar en internet en inglés y, una vez leído, creo que los editores acertaron al no incluirlo, pues rompe con el estilo del resto de la obra, por excesivamente moderno ya que las primeras palabras que vienen a tu mente tras leerlo son «psicodelia» y «ciencia ficción», y evidencia la fecha en que la obra fue escrita.
En resumen, este libro decepciona un poco si vas buscando un misterio al uso, porque no se centra en él, pero resultante interesante por esa extraña mezcla de clasicismo y modernidad que imprime Joan Lindsay a su narración.
Si te gusta esta reseña también pueden interesarte:
Pingback: Bitacoras.com
Pingback: Opinión: El aviso de Paul Pen - Tinta al sol