Relato: Biografía
La profesora pidió que nos pusiéramos por parejas y Pablito me tomó de la mano; eso tenía que significar algo. A veces me cansaba de tener que defenderle todo el rato de los matones en el recreo, pero me gustaban sus rizos rubios.
Luis era el malote del instituto, aunque sus buenas notas contradijeran su pose. Quiero pensar que ahora es un calvo barrigón y su inseparable Laura un ama de casa amargada.
Benito era invisible.
Con Carlos fingí mi primer orgasmo.
Benito era de los que se casaba. Con él nunca fingí ningún orgasmo.
Carlitos fue un bebé perfecto, Serafín era listo también.
Miguel era muy joven, pero sabía lamer heridas. Para Alfredo yo era demasiado joven.
Una noche tonta, cuando Benito vino a dejar a los niños, y decidimos intentarlo de nuevo, por Alvarito.
A Javier le hacía mucha gracia que me hubiera divorciado dos veces de mismo marido. Al cabo de unos años encontró otra mujer más graciosa que yo.
Serafín fue el primero en marcharse, después fue Álvaro, a Carlitos le costó más.
Café con Juan, salsa con Antonio, paseos con Manolo.
Soledad por primera vez; cansancio, quizás aburrimiento.
A mis 67 años descubro que me gusta más el té que el café, los domingos que los sábados y el cine que el teatro.
Y que en el centro de la cama se duerme mejor.
Si te gusta este microrrelato también pueden interesarte:
Pingback: Bitacoras.com
Pingback: Yo, de mayor, quería ser Rosa Montero - Tinta al sol
Pingback: Relato: Vida nueva - Tinta al sol
Esta muy bueno.