El correo que recibo 2: Decálogo de mis reseñas

Cuando tienes un blog con un alto número de visitantes diarios (¡Gracias!), en el que se incluyen reseñas de libros, es muy habitual que contacten contigo autores y editoriales para enviarte sus libros, con la intención de que los reseñes. En principio es una situación en la que todos ganamos: a mí me regalan libros y, si escribo la reseña, ellos obtienen publicidad gratis para sus obras. Pero, aún así, ya he vivido un par de situaciones desagradables con personas que creen que por regalarte un libro o invitarte a un encuentro con un autor, te estás comprometiendo a hablar maravillas de él, o a publicitarlo en las redes sociales como si se tratara de tu propio libro. Los que me leéis con asiduidad, ya sabéis que no tengo pelos en la lengua, y que me gusta hablar con franqueza y dejar las cosas claras. Por esa razón, he decidido compartir con vosotros mi Decálogo de mis reseñas, para que nadie se llame a engaño:
1. Sólo reseño lo que leo.
Esto puede parecer una obviedad, pero os sorprendería saber la cantidad de blogs de reseñas o críticos de medios, que se limitan a copiar la sinopsis de la nota de prensa del libro y a poner cuatro frases vagas que se pueden aplicar casi a cualquier libro. O quizás no os sorprenda si hacéis un par de cuentas comparando cuánto os lleva a vosotros leer un libro y cuántas reseñas y críticas publican en ese medio. Yo no hablo de ningún libro que no me haya leído antes, por tanto, no esperes que reseñe tu libro en la fecha que a ti te convenga, porque, como todo el mundo, tengo menos tiempo del que querría para leer.
2. Yo elijo lo que leo.
Llevo haciéndolo desde que aprendí a leer con 3 años, y las únicas excepciones que he hecho a esta norma han sido por exigencia de mis profesores y a cambio de sobresalientes. Eso quiere decir que el hecho de que me regales un libro no significa que vaya a leerlo. Obviamente si me lo regalas, facilitas mucho que me lo lea, pero, de algún modo «véndemelo», dame buenas razones para que lea tu libro en vez de las dos docenas que se acumulan en la sección «libros por leer» de mi estantería. Lo que sí que hago siempre cuando recibo un libro es dar las gracias públicamente a través de las redes sociales, porque me parece que es de bien nacidos ser agradecidos.
3. Mis reseñas son siempre positivas.
Yo no hago crítica literaria, sino que recomiendo los libros que me han gustado y doy las razones por las que creo que a mis lectores también pueden gustarles. Hago esto porque no creo que una crítica negativa aporte nada ni a lectores ni al autor, y porque siempre que leo un libro veo las muchas horas y el esfuerzo y sufrimiento que hay detrás. Lo que significa que, si te consta que he leído tu libro y no lo he reseñado, es que no tenía nada bueno que decir, y es mejor para ti que no hable de él en el mi blog. No insistas.
4. Mis reseñas nunca son 100% positivas.
Aunque mis reseñas sean recomendaciones de lecturas que me han gustado, no se ha escrito el libro perfecto, por lo que, en mi afán por dar mi opinión sincera, si algo no me ha parecido bien, también lo digo. Creo que mis lectores no se merecen menos.
5. No hago corrección de estilo.
Como digo, mis reseñas son recomendaciones de lecturas. Si eres un autor autopublicado y quieres que te ayude a mejorar tu libro, debes estar dispuesto a contratar mis servicios como correctora. Además, soy persona de fuertes opiniones, así que antes de preguntarme qué me ha parecido tu libro, asegúrate de que quieres oír mi respuesta.
6. No cobro por mis reseñas.
Al menos, de momento. Si en el futuro me ofrecieran dinero a cambio de una reseña, lo consideraría una compra de espacio publicitario y por tanto así se lo indicaría a mis lectores. A día de hoy, eso significa que no puedes exigirme que haga una reseña de un libro sólo porque me lo hayas regalado o me hayas invitado a la presentación con el autor, e insistir y ponerte pesado, seguro que no van a hacer más atractivo tu libro.
7. No puedes leer mi reseña antes de su publicación.
Por supuesto, una vez publicada serás el primero al que envíe un link para que le eches un vistazo, pero la única persona que lee mis publicaciones antes que los demás es mi Lector 0, también conocido como marido.
8. Nunca hago spoilers.
No tiene sentido recomendar un libro a alguien, si le descubres que al final la chica muere y el chico se casa con el caballo. Eso puede suponer que no destaque en mi reseña ese giro tan ingenioso en mitad de la trama, y que sirvió para que esa prestigiosa editorial comprara tu novela, o cualquier otra cosa que a ti te pueda parecer interesante y que a mí no me haya llamado la atención. El libro es tuyo, pero la reseña es mía.
9. Leo y reseño más unos libros que otros.
Leo obras de muy diversos géneros, pero, como todo el mundo, tengo mis géneros favoritos (thriller, ciencia-ficción, histórica, cuentos …) y otros que odio (bueno, uno, novela romántica), o que apenas leo (poesía). Antes de enviarme tu libro, tómate la molestia de ver qué otros libros he reseñado antes. Te evitará decepciones si ves que no hablo de él en mi blog, o te permitirá encontrar más fácilmente qué claves tocar para incitarme a leerlo.
10. Mi única responsabilidad es con mis propios lectores.
Este es el punto más importante de todos junto con el primero. Creé mi blog con la intención de que leyeran lo que yo escribo, por tanto, con los únicos que tengo una responsabilidad sobre lo que publico es con los miles de visitantes que se toman la molestia de pasar por aquí, pudiendo ir a otros blogs. Eso quiere decir que, como he dicho antes, mi interés es recomendarles lo que creo que les puede gustar, porque a mí me ha gustado, y ayudar a que gasten tiempo y dinero sólo en libros que creo que merecen la pena. Como ves, eso no tiene nada que ver con el número de libros que tú o tu editorial vendáis. En resumen, me encanta que me regalen libros. Es mi regalo favorito y nunca digo que no si me proponen enviarme alguno. Así que, si trabajas en el departamento de prensa de una editorial, o eres el autor al que una editorial ha publicado y estás pensando en enviarme tu libro, estoy dispuesta a darle un buen hogar, puede que incluso a leerlo, y, si me gusta, a recomendarlo, pero no hay garantías de que vaya a ser así.
Pingback: Bitacoras.com
Pingback: Lectura activa o consciente para escritores: Leer para escribir - Tinta al sol
Soy periodista y cuando hago una entrevista odio por encima de todas las cosas que me digan:
1. «A ver que vas a poner…». Pues lo que me has contado, chata, ni más ni menos.
y 2. «Esto lo quiero leer antes». Ni de coña. Yo escribo y decido. En todo caso el jefe de sección me hace algún comentario y perfilamos pero nada más.
Y si quieres tener decisión sobre lo que escribo, para eso está el publirreportaje. Lo escribiré pero jamás lo firmaré.
Es mejor que la gente sepa a qué atenerse. Pero aún así, intentan aprovecharse 😉 Paciencia, no queda otra. Un saludo y gracias por tus comentarios.
Ay, acabo de ver que tengo la posibilidad de que me avisen si me contestas. Pues eah. ¡Notifícame!
Lo último en el blog de Gemma: Ya está aquíiiii: ‘El pozo’
De acuerdo en todo, en especial en el último punto. Precisamente publicamos hace tiempo en nuestro blog una entrada a ese respecto bajo el título «El verdadero objetivo de la crítica literaria es el lector» y cuyo enlace nos permitimos dejar, por si alguien le interesa.
http://www.sinjania.es/05/11/2012/el-verdadero-objetivo-de-la-critica-literaria-es-el-lector/
Un saludo y enhorabuena por el blog, que seguimos de cerca.
Muchas gracias por vuestro comentario y por la aportación. Un saludo.
Pingback: 12 errores imperdonables en una novela negra - Tinta al sol
Pingback: El correo que recibo 3: Cómo conseguir una reseña de tu libro en un blog - Tinta al sol
Hola Yolanda,
Lo primero, agradecerte la publicación. En una búsqueda por gestionar mi nuevo empleo, el de escritora que autopublica, me he topado con tu decálogo y lo primero que he pensado ha sido 《Guau! Me encantaría que alguien como ella, leyese mi libro y no hiciese ninguna reseña》(puede sonar extraño, lo sé, pero me refiero a que me has atraido como lectora, prefiero pensar en cualitativo que en cuantitativo) , me ha parecido todo muy honesto. Gracias por ayudar a dignificar esta profesión.
Gracias por tus palabras. Hice este decálogo para dejar las cosas claras y también porque me resulta más fácil remitir a este artículo a la gente que andar repitiendo lo mismo varias veces por semana 😉
Te deseo mucha suerte. Un saludo.