Opinión: El caso de la mano perdida de Fernando Roye
Mi género favorito es la novela negra, y tengo debilidad por las historias protagonizadas por guardia civiles, de hecho la protagonista de la novela que estoy escribiendo lo es. Por esta razón, cuando desde Sinerrata me propusieron leer este libro, enseguida dije que sí, y me alegro de haberlo hecho.
El caso de la mano perdida se sitúa en la España de los años 50, en un remoto pueblo de Sierra Morena llamado Santa Honorata, donde el sargento Carmelo Domínguez, un guardia civil eternamente cansado, padre de seis hijos, se empeña en resolver a toda costa el ya mencionado misterio de la mano perdida y hallada en mitad del monte. Esto a pesar de la inminente visita de Franco al pueblo y de la oposición de las fuerzas vivas del pueblo y de buena parte de sus subordinados. El único que le apoya es el agente Benito Viedma, un chico de buena familia metido a picoleto por su afición a leer y escribir novela negra.
El sargento Domínguez usa su peculiar mirada, tanto literal (tiene un ojo de cada color) como figuradamente (tiene un modo de ver la vida muy diferente a la de sus coetáneos), para hallar indicios donde nadie más lo haría, en su determinación de resolver el caso. Y esto, unido a la vocación de escritor de Viedma, hace que la comparación con Holmes y Watson sea inevitable. A pesar de eso, los personajes de Roye tienen la suficiente originalidad para que tengan entidad propia. Tampoco se sostiene una comparación con Bevilacqua y Chamorro, los benemeritos protagonistas de las novelas de Lorenzo Silva, porque transcurren en épocas muy distintas.
La narración de El caso de la mano perdida es ágil, lo que es fundamental en el género, los personajes secundarios están también muy cuidados, y el ambiente opresivo y de la realidad social y política del momento están muy bien descritos. Esto la convierte en una de esas novelas que cuesta dejar de leer, porque estás deseando saber qué ocurrirá a continuación.
Por tanto, estoy deseando leer la siguiente novela del sargento Domínguez, El alcornoque de los muertos, aunque de momento no la compraré por si a los amigos de Sinerrata se les ocurre regalármela.
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Bueno, la lista de cosas para leer ya se hace interminable. Pero gracias por presentarnos esta novela, que tiene una pinta estupenda.
Te lo recomiendo muy mucho, porque la intriga es muy buena, pero los personajes que ha creado son aún mejores. Si te lo lees, ya me dirás qué te parece. Un abrazo.
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