Relato: Armaduras y dragones
Un lunes más, la princesa afiló con cuidado su espada, completó su armadura con unos tacones, se pintó su mejor sonrisa y, con un montón de currículum bajo el brazo, salió al mundo.
Esta vez sí, esta vez cortaría la cabeza al dragón.
Un buen armamento y caen dragones y torres.
Pero sobre todo, voluntad.
De eso se trata, de orientar correctamente esa voluntad. Muchas gracias por tu comentario, un abrazo