Relato: Romanticismo de autovía
“Toca el claxon para que mi princesa acepte casarse conmigo” dice la pancarta frente a su casa…
Y la que hay frente a su trabajo, frente a la casa de sus padres o la del colegio de sus hijos.
Y con cada pitido de cada romántico que aún cree en el amor, ella recibe su mensaje, alto y claro:
“Eres el amor de mi vida”.
“Nadie te querrá como yo”.
“Estaremos juntos para siempre”.
“Para siempre, para siempre, para siempre…”.
Y ella tiembla de miedo, pensando que eso pueda ser cierto.
