Día del Libro: 10 modos de inculcar la afición por la lectura a los niños
Recientemente he colaborado con la revista del cole de mis hijos con un artículo sobre cómo inculcar el amor por la lectura a los niños, basado en una de las primeras entradas de mi blog. Me ha parecido buena idea celebrar el Día del Libro compartiéndolo con vosotros:
Hoy en día los libros tienen una enorme competencia: televisión, videojuegos, internet…
Todos tenemos la agenda sobrecargada y nuestros hijos no son una excepción: deportes, clases de idiomas, deberes, etc.
Al final del día estamos todos cansados e irritables, y no necesitamos muchas excusas para saltarnos el cuento de antes de dormir, o para sustituirlo por un poco más de tele: pobre, está tan cansadín… total, ya leen en el cole y siempre nos quedará el fin de semana…
Pero el fin de semana nos vamos al pueblo, o de compras, o a ver a los abuelos, o a hacer más extraescolares.
Bueno, la semana que viene nos ponemos a ello.
Y vuelta a empezar.
Pero todos sabemos lo importante que es la afición a la lectura en el desarrollo de nuestros hijos, y hay algunas cosas que podemos hacer para fomentarla:
1. Sé un ejemplo.
Es difícil que los niños entiendan lo bueno que es leer si nunca nos ven con un libro en las manos.
A veces cuesta; no tenemos tiempo y cuando lo tenemos estamos demasiado cansados para hacer algo más que cambiar de canal, pero nos resultará mucho más fácil convencer a los niños de lo divertido que es leer si nos ven disfrutar de la lectura.
2. No se trata sólo de leer.
Si tu hijo no sabe leer, no te limites a leer el texto: usa la entonación, voces y las ilustraciones para convertir la lectura en un juego.
Si tu hijo ya lee solo, interésate por sus lecturas, pregúntale por qué le ha gustado o por qué no le ha gustado el último libro que a leído.
También puedes hablarle de los libros que te gustaban de pequeño, y comparar cómo han cambiado las historias infantiles y juveniles con los años.
3. Léeles desde antes de que empiecen a entenderte.
Aunque tu hijo sea demasiado pequeño para comprender lo que le estás leyendo, disfrutará de ese rato de atención contigo como un juego más, y convertirá los libros en algo familiar para él o ella. Además, esto contribuirá a establecer una buena rutina para irse a dormir.
4. Demuéstrales que para ti también es divertido leerle cuentos.
No siempre apetece, pero es importante no dejar traslucir el cansancio, la desgana u otros sentimientos negativos, para que siempre vean la lectura como algo positivo. Nunca tiene que parecerles que es una obligación para ti.
5. Crea un sistema de intercambio de libros con sus amiguitos desde muy pequeños.
Habla del tema con otras mamás y papás, y propón a los niños que intercambien sus libros. Entre los 3 y los 6 años les hace sentirse importantes prestar a sus amigos sus libros, y es un buen modo de inculcarles que deben cuidar los libros, especialmente los que no son suyos. Además a los padres nos sirve para ahorrar un poco de dinero.
6. Visita bibliotecas.
Para los niños los bibliotecas pueden ser lugares mágicos donde los libros parecen no acabarse nunca, y suelen organizar cuentacuentos y otras actividades destinados a ellos. El solo hecho de hacerse el carnet de la biblioteca se puede convertir en todo un acontecimiento.
7. Sé más flexible a la hora de comprar libros que juguetes.
Los niños son caprichosos, y a veces es difícil ir a comprar sin sucumbir a sus insistentes peticiones, procura que entiendan que si piden libros, tendrán más posibilidades de salirse con la suya.
8. Proporciónales libros adecuados a su edad.
No intentes que lean libros más avanzados, porque pueden aburrirles. Deja que sean ellos los que los elijan, aunque sus gustos no coincidan con los tuyos. Es más fácil que los niños se aficionen a la lectura si empiezan con Harry Potter que con Don Quijote.
Si sus criterios no son los que a ti te gustaría, ten paciencia, una vez que entre en él o ella el gusanillo de la lectura será más fácil aficionarles a los buenos libros.
9. A los niños les encantan las repeticiones, así que cuéntales sus libros favoritos una y otra vez.
Por desquiciante que pueda resultar leer Caperucita Roja 163 veces seguidas, a los niños pequeños les resulta reconfortante oir una historia que ya conocen, igual que hacen con los DVDs.
10. Establece ciertas normas a la hora de leer.
El momento de los libros debe ser exclusivamente el momento de los libros, sin distracciones externas, sobre todo la tele.
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Jejejeje me hace gracia la última. Por un momento pensé que hablabas de otro tipo de normas. Mi madre, por ejemplo, me tenía que limitar el tiempo de lectura sino me acostaba muy tarde por las noches.
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Mi madre está convencida de que mi miopía es producto de leer demasiado, aunque mi padre también ha sido un gran lector y no es miope. A mí también me apagaba la luz por las noches, y más de una vez recurría a la socorrida linterna bajo las mantas para terminar algún capítulo que me tenía enganchada 😀
Muchas gracias por tu comentario, un saludo.
Me gusta las sugerencias que propones porque enfatizan el hecho de que se ha de inculcar la lectura como algo ameno y no como una obligación, como se hacía antes y que generaba -desgraciadamente- aversión a la palabra escrita.
Lo último en el blog de Zilniya: Con ojo avizor (Los sentidos, 2ª parte)
Las lecturas obligatorias del colegio han hecho mucho daño. Afortunadamente ahora eso se cuida mucho más y las lecturas que mandan en los coles, además de un valor didáctico, son divertidas y enganchan a los niños.
Tiempo habrá de que lean a los clásicos… o no, lo bueno de los libros es que hay millones de ellos.
Por eso no entiendo la gente que critica los libros de Harry Potter o que se le diera el premio Príncipe de Asturias a J. K. Rowling. Muchos niños no hubieran leído un libro en su vida si no fuera por ellos, y menos libros tan largos.
Eso me recuerda muchas entrevistas de autores famosos que, al ser preguntados por sus lecturas de infancia, sólo mencionan el Quijote o Virginia Wolf, cuando seguramente sus tardes estaban llenas de novelas de Julio Verne, Enyd Blyton o tebeos.
Un saludo y gracias por tu comentario.
Muy buenas las pautas de lectura que todo adulto debería saber para facilitar a sus hijos o alumnos (como es mi caso). Yo destacaría el hecho de dar ejemplo (cuando toca la hora de lectura en el aula, yo leo con ellos), ser capaces de explicar sus impresiones y debatir sobre el libro que se han leído (y les ha entusiasmado, para eso necesitan leer acorde a sus gustos) y proporcionar a los niños todas las facilidades del mundo para que disfruten de los tiempos de lectura (que sea en un lugar confortable, apacible, tranquilo…)
Tenemos que tener claro que esos pequeños lectores son el futuro.
Felicidades por el artículo, y por los escritos, Yolanda.
De pequeña yo decía que quería leer «bilos» como mi papá. Ni siquiera sabía pronunciar la palabra «libros», pero ya me había dado cuenta de que eran objetos fascinantes. Quizás hubiera llegado a ser una gran lectora de todos modos, pero ver a mi padre enfrascado en la lectura de libro tras libro seguramente influyó.
Un saludo y muchas gracias por comentar.
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