Opinión: El rastro de Gloria Fuertes
No tengo datos, pero no creo equivocarme si afirmo que en el 90% de las librerías de este país se puede comprar algún libro de Gloria Fuertes. Su obra infantil se reedita constantemente, porque los niños que crecimos en los 70 y 80 con su obra, ahora se la descubrimos a nuestros hijos.
En cambio su obra para adultos ya era poco conocida en vida de la autora y ahora es totalmente desconocida. Muchos de sus lectores no saben que escribió poesía, relatos y obras de teatro para adultos.
Afortunadamente la editorial Torremozas, como ya os conté en mi artículo sobre mis tradiciones de la Feria del Libro de Madrid, está reeditando esas obras y hoy os hablaré de El rastro, un libro que recopila unos relatos cortos de Gloria Fuertes que se creían perdidos, y que se publicaron en la revista Chicas, la revista de los 17 años entre 1951 y 1954, ilustrados por Antonio Mingote.
Esos relatos tienen en común con su obra infantil que envuelve la realidad con un cierto surrealismo, distorsionándola apenas para señalarnos más agudamente toda su crudeza, y dosifica su peculiar sentido del humor, ese que te deja un poso de melancolía mientras te dibuja una sonrisa.
Y lo mismo se puede decir de su poesía, que podéis descubrir en las reediciones de Torremozas, o en las antologías publicadas en la colección Letras Hispánicas de Cátedra, aunque estos últimos son a veces difíciles de encontrar.
Por eso, si os criasteis cantando aquello de «Un globo, dos globos, tres globos…» os invito a que disfrutéis del resto de la obra de Gloria Fuertes, que, a buen seguro, os sorprenderá.
Si te gusta esta reseña también pueden interesarte:
Pingback: Bitacoras.com