Cómo dar el empujón definitivo a tu novela este verano

Cada verano se nos presenta como un tiempo lleno de posibilidades para nuestra escritura. En verano tenemos más tiempo libre gracias a las jornadas reducidas y las vacaciones, hemos terminado el curso, ya no tenemos que echar la tarde paseando a nuestros hijos de extraescolar en extraescolar… Los días más largos, además, parecen darnos más energías para cumplir con todos nuestros objetivos.

En el fondo de nuestras cabecitas tenemos también el recuerdo de pasados veranos en los que el calor y las muchas distracciones hicieron que no escribiéramos una letra, pero ahora preferimos ignorarlo como al pájaro de mal agüero que es. Ya nos lamentaremos en Septiembre (o a lo mejor no, como contaba en este artículo).

Pero de momento estamos llenos de ilusión e ideas, así que hay que aprovecharlos, y para eso te recomiendo que des los siguientes pasos:

1. Elige un único proyecto.

La tentación de aprovechar el verano para terminar no sólo tu novela, sino también empezar esa otra que se te ocurrió hace poco y para la que ya tienes un cuaderno lleno de notas, o ese recopilatorio de cuentos, o el ensayo sobre ese otro tema que te interesa tanto… Frena. El que mucho abarca poco aprieta y el verano son dos meses. Si en el largo invierno no has podido hacerlo todo, no pidas milagros.

Elige un solo proyecto y conviértelo en el centro de tu verano. Si tienes dificultades eligiendo uno, te recomiendo este otro artículo.

2. Prepara tu maletín (o mochila o bolso) de escritor.

Para trabajar en tu novela necesitarás las siguientes herramientas:

Un ordenador y/o tablet: si eres de los que prefiere escribir a mano, puedes prescindir de ellos por ahora, ya pasarás a limpio todo en septiembre. Si prefirieres teclear tus textos, necesitarás uno de los dos. Si puede ser, el ordenador debe ser portátil, ya que así podrás ir buscando los rincones frescos de la casa o incluso llevarte tu trabajo a alguna biblioteca, cafetería, parque, etc…, que haga más agradable la experiencia. Llevarlo a la playa o la piscina puede ser más peliagudo por la arena, las salpicaduras, el calor, los robos, etc. En esos casos recomiendo un cuaderno de tapa dura y copiar todo luego en casa. El tablet, en cambio es un gran aliado, ya que es más ligero de transportar a cualquier parte y la funda lo protege más. Existen fundas con teclado que los convierten en auténticos mini ordenadores. Si usas un programa de escritura que se sincronice entre distintos dispositivos como Scrivener o Evernote, no tendrás que preocuparte en copiar los últimos textos o en tener la última versión de los mismos.

Un cuaderno de tapa dura tamaño A5 (tamaño cuartilla): debe ser de ese tamaño para que sea fácil de transportar y debe tener tapa dura para poder escribir en él en cualquier situación. En este cuaderno podrás apuntar todas las ideas relacionadas con tu novela que vayan surgiendo, y usarlo para continuar escribiendo tu novela cuando no sea posible usar un ordenador o un tablet.

Otro cuaderno pequeño: aquí escribirás cualquier cosa que se te ocurra sobre otros proyectos y los dejarás ahí. Tienes que concentrarte en tu novela, ¿recuerdas?, así que apunta lo que sea y vuelve a tu trabajo. Si eres como yo, que usas un cuaderno para cada proyecto, tener solo dos a mano evitará que te distraigas. Por supuesto, no vale hacer trampas y comprar más.

Post it de dos tamaños (grande y pequeño): tampoco vale distraerse con post it y demás, así que con unos grandes y otros pequeños tendrás lo que necesites para hacer anotaciones más o menos largas.

Bolígrafos de colores: cuando escribo todo en un mismo cuaderno, me gusta adjudicar un color para el texto general y otro para las anotaciones. De este modo localizo todo más rápidamente. También te serán útiles para las notas del segundo cuaderno, ya que puedes dar colores distintos a los diferentes proyectos.

3. Elige como tu destino de vacaciones un sitio que te permita escribir y/o te inspire.

Uno de esos tours de “Visite 10 ciudades europeas en una semana” no son los más adecuados para encontrar tiempo de escritura. Y como fuente de inspiración son cuestionables. Un mes en el pueblo puede ser menos glamuroso, pero seguramente será más productivo. También visitar a fondo una sola ciudad será más inspirador que una docena.

4. Comprométete a escribir un número de palabras al día, y no un tiempo concreto.

Si decides que cada día vas a dedicar a la escritura un par de horas, por ejemplo, de 9:00 a 11:00 h., es bastante probable que tardes en arrancar, que te distraigas consultando el mail o las redes sociales, etc. Y es fácil que te hagas trampas a ti mismo contando como tiempo de escritura lo que no lo es. En cambio si te marcas un objetivo de palabras concretas al día (500, 1000, o las que sean), el tiempo que emplees será irrelevante. Mi consejo es que te marques una cifra pequeña al principio y vayas aumentándola a medida que vayas cogiendo el hábito.

5. Elige tu horario de escritura de antemano.

Esto puede parecer una contradicción respecto al punto anterior, pero no lo es. Aunque no te recomiendo que establezcas tus objetivos por tiempo, sino en número de palabras, es importante que decidas de antemano el horario en el que te vas a poner a escribir cada día. De ese modo podrás repartir el resto de tus actividades respetando ese tiempo.

En mi opinión, los mejores momentos para escribir en verano son (por orden de preferencia):

Muy temprano por la mañana: en estos meses de calor me gusta madrugar un poco más de lo habitual para aprovechar las horas menos calurosas del día, porque además es el momento en que más despejada estoy. El recorte de sueño se compensa con una pequeña siesta a las horas de más calor y listo.

Por la noche: si por la mañana tienes otras obligaciones y no puedes escribir o no te sientes con suficientes energías a esas horas, puedes esperar al final del día para escribir. Eso sí, cuidado con usar el cansancio como excusa para no escribir. Usar la noche para escribir tiene muchas ventajas, porque el calor ha bajado y encontrarás más tranquilidad y silencio.

La hora de la siesta: si puedes encontrar un sitio donde el calor no te aplatane, la siesta puede ser un momento de calma, paz y concentración ideal para cumplir tu objetivo de palabras.

6. Haz ejercicio antes de empezar a escribir.

Dar un paseo, nadar un rato o hacer otro tipo de ejercicio antes de escribir te ayudará a tener la cabeza despejada en el momento de escribir. Esto es especialmente importante para sacudirse la modorra provocada por el calor.

7. Cuando termines de escribir cada día, deja anotado por dónde vas a seguir al día siguiente.

Si cada día tienes que ponerte a recordar dónde lo dejaste el día anterior o qué escribir a continuación, perderás un tiempo muy valioso. No te fíes de tu memoria y haz una nota o un pequeño esquema para ti mismo en el que te cuentes por dónde seguir.

8. Prémiate cada vez que alcances tu objetivo diario.

Date un premio cada vez que cumplas tus palabras diarias, ya sea un helado, una cerveza, un baño en la playa o la piscina o un capítulo de tu serie favorita.

9. Lee todo el tiempo, fijándote en lo que lees.

El verano también es tiempo de leer mucho, y esa lectura también puede ayudarte con tu escritura. Ya te he hablado otras veces de la lectura activa o consciente, que consiste en darnos cuenta de qué nos hace disfrutar u odiar un libro, qué herramientas y mecanismos usan los autores que luego podamos aplicar a nuestros textos.

10. No cambies de proyecto, pase lo que pase.

En algún momento te vas a arrepentir de haber elegido esa historia y no otra. Y te asaltará la tentación de cambiar y seguir con otra. No lo hagas, al menos no este verano, para eso tienes el segundo cuaderno. Apunta lo que se te ocurra en él y sigue con tu novela. Todos los proyectos, sean o no de escritura, pasan por esa fase, y los que llegan a buen puerto tienen una cosa en común: siguieron adelante a pesar de todo.

Yo, por mi parte, “cierro el blog” como cada verano para dar un empujón a un proyecto que espero poder presentaros en septiembre. Hasta entonces me podéis encontrar en Twitter, Facebook, Linkedin, Google +, e Instagram, donde seguiré  compartiendo contenido interesante para escritores.

¡Buen verano!

3 comentarios en “Cómo dar el empujón definitivo a tu novela este verano

  • el 3 julio 2017 a las 13:02
    Permalink

    Un encanto de post, como siempre, con buenas ideas para administrarse que, aunque pudieran parecer «simples», me parecen de lo más acertadas. Además de que el detalle de centrarme sólo en una historia me resulta muy oportuno.
    ¡Gracias Yolanda! En esta ocasión tu post me sirve para espolearme un poco, y me encanta.
    ¡Que disfrutes mucho el verano y lo exprimas al máximo!

    Respuesta
    • el 3 julio 2017 a las 18:15
      Permalink

      Es que las soluciones sencillas, a la larga, son las más eficaces. Centrarme en una sola cosa es lo que más me cuesta, pero tengo comprobado que es precisamente eso lo que me impide cumplir mis objetivos.

      Muchas gracias por tus palabras, espero que escribas mucho y bien este verano. Un abrazo.

      Respuesta
  • Pingback: Cómo dar el empujón definitivo a tu novela este verano

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

CommentLuv badge

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.